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Sigamos a Dios |
Y les dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos 16:31
Avivamiento poderoso (Hechos 5:12-16).
A. Abriendo camino
Fue como si un estorbo que había impedido el fluir natural del río repentinamente fuera removido de manera que las aguas pudieran fluir otra vez. No hay duda que esta limpieza, como por fuego, que Dios hizo en la Iglesia para deshacer el espíritu engañoso de Ananías y Safira afectó lo que empezó a ocurrir después.
Los apóstoles eran los líderes de la Iglesia que Dios había escogido. Era conveniente que ellos tomaran la iniciativa de orar por los enfermos y poseídos por espíritus malignos. A través del ministerio de los apóstoles, el Espíritu de Dios se movió poderosamente, obrando toda clase de milagros.
La parte del templo conocida como el pórtico de Salomón era un lugar bien conocido para los maestros y sus oyentes. Estaba en un lugar estratégico para que los apóstoles predicaran. En el versículo 12 notamos la repetición de la frase "todos unánimes". La unidad que había estado en peligro por el engaño de dos de sus miembros ahora estaba restaurada y floreciente.
Pregunta: ¿Qué efecto vemos en la actitud de los que estaban fuera de la Iglesia?
El juicio de Dios sobre Ananías y Safira había producido un temor que hizo que toda la comunidad mirara a la Iglesia con temor y respeto. El ambiente que predominaba durante este tiempo guardó a la iglesia de personas que buscaban unirse a ella sólo por curiosidad: "De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos" (Hechos 5:13).
A pesar de la oposición del sanedrín después de la sanidad del hombre cojo, la gente habló favorablemente de los apóstoles y los miembros de la Iglesia; es decir que tenían un elevado concepto de ellos.
B. Conversiones y sanidades
Lucas no nos dice cuántos fueron salvos durante este gran movimiento espiritual. Él simplemente nos dice que fueron un "gran número". A veces se oye mucho acerca de cuántas personas se hicieron miembros de tal iglesia. Algunas de estas personas están realmente convertidas; algunas no lo están. Es evidente que durante este avivamiento la gente que se unía a la Iglesia lo hacían en serio. Ellos creyeron en el Señor Jesucristo y formaron parte de la Iglesia verdadera de creyentes nacidos le nuevo y lavados en la sangre del cordero.
La escena en los versículos 15 y 16 nos recuerda los días del ministerio terrenal de Jesús. La Palabra se difundió por todas partes de que la gente era sanada y librada de demonios tal como cuando Jesús predicaba y oraba por los enfermos. De ahí que en la mente de todos, el ministerio de la Iglesia se identificó rápidamente con Jesús.
Pregunta: ¿Por qué se hace referencia a la sombra de Pedro en el versículo 15?
La fe de la gente, no la sombra de Pedro, la sanó. Parecería que había un número tan grande de gente que Pedro jamás alcanzaría imponer sus manos sobre todos. Evidentemente creyeron que si sólo se acercaran a él serían sanados. Esto nos recuerda la mujer que tocó el borde del manto de Jesús (Mateo 9:20-21). Estas multitudes tenían la misma clase de fe.
Aplicación:
Nosotros nunca debemos asumir la actitud presuntuosa de Ananías y Safira. Nadie puede imaginarse llegar a ser dominado por la clase de espíritu que engañó a Ananías y Safira. No obstante, debemos siempre estar atentos a las trampas de Satanás. No queremos volvernos preocupados con él, pero no debemos ignorar su actividad. Tenemos una responsabilidad diaria de guardar nuestro corazón sintonizado con el Espíritu Santo para que nuestro adversario maligno no tenga entrada en nuestra vida.
Mientras que es natural apreciar los elogios de otras personas, no debemos comprometer nuestros principios cristianos simplemente para ganar tales reconocimientos. Ananías y Safira estaban dispuestos a practicar el engaño para ser vistos con aprecio por los miembros de la Iglesia. Parecería que esta pareja permitió que la avaricia entrara en su corazón; se habían propuesto a no hacer el mismo tipo de compromiso financiero que los demás. Nuestra actitud hacia el dinero puede ser una verdadera prueba de nuestro carácter.
No podemos comprender cómo esta pareja pensó que podía escaparse de la vista de Dios. Sin embargo, Satanás ciega la mente de aquellos que permiten que él los controle. Aun si su pecado no se hubiera descubierto por otros, tendrían que enfrentarlo en la eternidad. En el Huerto del Edén, Satanás le dijo a Adán y Eva que ellos no serían castigados por su desobediencia, y hoy él promueve la misma mentira. Qué maravilloso es poder mantener nuestra conciencia limpia, y nuestro espíritu libre de toda culpa al guardamos fieles a Dios.
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